Entrevista a Júlia Bacaria, abogada experta en Digital Law y CEO en Glogal Legal Data
DOONAMIS: En el proceso de desarrollo de una aplicación móvil o una web, muchas veces se ignora la parte legal que afecta al producto tecnológico y a su relación con los usuarios. Des de Doonamis ya hace años que contamos con vuestros servicios para dar cobertura legal a todos nuestros desarrollos. ¿Nos podrías explicar que tipo de servicios ofrecéis en Global Legal Data?
JÚLIA BACARIA: Global Legal Data es una firma jurídica en la que nos dedicamos al derecho en entornos tecnológicos desde hace más de 20 años. Nuestra experiencia en este sector nos ha llevado a tener una visión muy transversal del ámbito legal en el mundo digital por lo que ofrecemos servicios globales para poder cubrir todas las necesidades. Servicios relacionados con la protección de datos, la privacidad y la seguridad, pero también con la propiedad intelectual e industrial y cuestiones mercantiles. Nuestro objetivo es ofrecer estrategias legales para negocios digitales y ofrecer un asesoramiento y cobertura completa.
Ofrecemos estrategias legales para negocios digitales con un asesoramiento y cobertura completa
DOONAMIS: ¿En relación a la protección de datos y privacidad, cuales son las buenas prácticas que toda solución tecnológica debería seguir?
JÚLIA BACARIA: Lo importante es entender que nuestra solución tecnológica mayoritariamente va a necesitar los datos y la información de terceros para funcionar y triunfar. El valor de los datos hoy en día es muy alto. Por ello, si se aplican medidas legales para garantizar que estos datos van a estar protegidos cuando se utilice nuestra solución tecnológica, va a ser un valor añadido, un sello de calidad para nuestro negocio. Adoptar buenas prácticas como implementar correctamente la privacidad desde el diseño y medidas de seguridad adecuadas, nos permitirá ofrecer soluciones tecnológicas garantistas en este sentido.
Garantizar que los datos van a estar protegidos es un sello de calidad de nuestro negocio
DOONAMIS: Existe una preocupación habitual para proteger las ideas de nuevas apps o webs con un gran potencial e irruptoras. ¿Cómo se pueden proteger?
JÚLIA BACARIA: En primer lugar, hay que tener en cuenta que las ideas per se en el ámbito de la propiedad intelectual e industrial no son protegibles y se exige que estén concretadas y materializadas. A partir de ahí podemos ver la forma más adecuada para protegernos a medida que evolucione esa idea. Empezar por elaborar documentos personalizados, no copiados de otros (que pueden no ajustarse a nuestra realidad), como pactos de socios bien definidos, acuerdos de confidencialidad correctamente detallados es una de las claves para empezar a proteger estas ideas. Además, si tenemos la idea más desarrollada y materializada, tenemos vías de protección ante notario o registro.
Las ideas per se, en el ámbito de la propiedad intelectual e industrial, no son protegibles
DOONAMIS: ¿Por otro lado, cómo un cliente que ha contratado un desarrollo tecnológico se puede asegurar de que la propiedad intelectual es suya y de nadie más?
JÚLIA BACARIA: Lo más adecuado en este caso será incluirlo de forma detallada y bien explicada en el mismo acuerdo de desarrollo del servicio. Incluir una clausula sobre la titularidad del código explicando detalladamente quién es el titular y porqué. Independientemente de donde se almacene temporalmente ese código o las personas que lo desarrollen contratadas por el cliente.
Se debe identificar quién es el titular y porqué en el mismo acuerdo de desarrollo del servicio tecnológico
DOONAMIS: Muchas veces nuestros clientes nos preguntan si una aplicación móvil o web ya realizada se puede patentar. ¿Es posible?
JÚLIA BACARIA: La patentabilidad de una invención viene determinada por la condición de que sea nueva, que suponga una actividad inventiva y que sea susceptible de aplicación industrial. De modo, que siempre que se cumplan los citados requisitos, se podrán patentar y de hecho es uno de los sectores en el que más patentes se están generando. Hay que tener en cuenta que también se puede proteger la apariencia y el contenido de las aplicaciones y de las webs vía diseño registrado.
Una App o Web se puede patentar si es una invención nueva con actividad inventiva y de aplicación industrial
DOONAMIS: Para acabar, ¿Qué les recomendarías a las start-ups o empresas que tienen en mente desarrollar una aplicación móvil o web?
JÚLIA BACARIA: La primera recomendación es entender que un negocio bien protegido desde el inicio nos va a ofrecer más seguridad jurídica en el futuro. De modo que lo conveniente es regular formalmente todas las relaciones entre socios y con terceros: condiciones de los pactos, aportaciones, acuerdos de confidencialidad, etc. A partir de aquí, una vez bien regulada esta parte, conviene proteger todo lo que se vaya desarrollando y no solo el código, sino todo lo demás que gira entorno a esa aplicación y que puede llegar a ser un negocio. Me refiero en este caso a la marca, la privacidad, la seguridad, los diseños, etc.
